La prevención ante el cáncer de colon

1 abril, 2019
El doctor Juan Cabrera Cabrera, especialista en Aparato Digestivo de HPS

El colon es el último tramo del intestino grueso, donde reside la flora intestinal, constituida por millones de bacterias que tienen un rol muy importante en diversas funciones de nuestro organismo, muchas de ellas aún por conocer. Juega un papel fundamental en la digestión al reabsorber el 90% de agua del contenido que recibe del intestino delgado.

El cáncer colorrectal (CCR) consiste en un crecimiento anómalo de las células que forman la superficie mucosa de este segmento intestinal. «Su detección temprana es tan importante que podemos lograr la curación en un 90% de los casos si este cáncer es descubierto en la fase inicial de su desarrollo», asegura el doctor Juan Cabrera Cabrera, especialista en Aparato Digestivo de Hospital Perpetuo Socorro.

Por ello el gran reto es detectarlo a tiempo. «Así como en otras enfermedades hay síntomas o signos que alertan a la persona que los padece, en el caso del cáncer de colon, la enfermedad se desarrolla sin producir ningún síntoma durante años. Por ello, el reto es detectar la enfermedad en personas asintomáticas. A pesar de su malignidad, el cáncer de colon nos da una oportunidad para combatirlo efizcazmente», explica el doctor Cabrera.

Desarollo lento

Esta ventaja se basa en la lentitud de su desarrollo. Prácticamente todos los casos se inician con la aparición de un pólipo en algún segmento del colon, de forma similar a una verruga de la piel. Cuando este pólipo alcanza el tamaño de un centímetro comienza a tener mínimas pérdidas de sangre, que no es visible en la heces. «En la actualidad disponemos de procedimientos de laboratorio, sencillos y de bajo coste, capaces de identificar trazas insignificantes de hemoglobina humana mediante procedimientos inmunológicos de gran certeza diagnóstica», detalla el médico digestivo. Esto ha permitido que el test de sangre oculta en heces se haya convertido en el método más usado en Europa para la lucha contra el cáncer de colon antes de que este produzca síntomas. Este análisis de heces debe repetirse, al menos, cada dos años. Un resultado positivo no implica directamente su existencia pero sí obliga a hacer una exploración del interior del colon mediante una colonoscopia. Si, en esta exploración, no se apreciaran pólipos ni lesiones sospechosas, el especialista indicará cuándo hay que volver a repetir el test de sangre oculta en heces.

Análisis

En caso de que se detecten uno o varios pólipos, estos serán extirpados durante la exploración y recogidos para su análisis microscópico, el cual nos informará con certeza, no sólo de si se trata de una lesión premaligna o incluso maligna, sino también, de cuándo debe hacerse una nueva colonoscopia en función de las características histológicas del material extirpado.

En los Estados Unidos, tradicionalmente, la detección precoz del cáncer de colon se ha hecho directamente mediante colonoscopia, una opción muy eficaz en cuanto al diagnóstico, aunque peor aceptada por un paciente sin síntomas, dado su mayor coste más elevado e incomodidad. Los estudios que han comparado estas dos opciones para el diagnóstico precoz del CCR no muestran, por el momento, diferencias estadísticamente significativas en cuanto al diagnóstico del cáncer.

Respecto a la edad, la detección precoz de casos no relacionados con la herencia genética ni con enfermedades previas predisponentes debe iniciarse a los 50 años, que es cuando comienza a incrementarse su incidencia. En los casos en que se sospecha de la posible existencia de cáncer hereditario, el estudio se iniciará con una colonoscopia a una edad 10 años menor que la que tenía el miembro más joven de la familia en el momento en que fue diagnosticado.

Medidas preventivas

En cualquier caso, existen algunas medidas preventivas. Las evidencias provienen de estudios epidemiológicos que comparan la frecuencia de diversos factores presentes en la población diagnosticada con CCR frente a la observada en una población sana. Estos estudios demuestran que el hábito de fumar y el consumo excesivo de bebidas alcohólicas son significativamente superiores en la población que sufre esta enfermedad. Otros han identificado que la patología es más frecuente en personas que consumen excesiva cantidad de productos cárnicos sometidos a procesamiento industrial mediante salazón, fermentación, ahumado u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación, tales como embutidos, salchichas, picadillo de jamón (chopped) o carnes enlatadas, entre otros.

«Debemos, por tanto, recomendar una dieta variada en la que se incluya en mayor medida el pescado, los vegetales, las frutas, los cereales integrales, las legumbres y los frutos secos, componentes todos ellos de nuestra dieta mediterránea. Un aspecto que debemos considerar en este apartado de prevención primaria es la obesidad troncular, como se denomina a la acumulación excesiva de grasa en la cavidad abdominal.

Implicaciones

Este tipo de grasa tiene efectos proinflamatorios que están implicados, no sólo en lesiones vasculares propias de la arterioesclerosis, sino también en el desarrollo del cáncer colorrectal y de otros tumores. Dentro del capítulo de la prevención primaria es particularmente llamativo el resultado de diversos estudios que han demostrado que las personas que hacen regularmente ejercicio físico, de moderado a intenso, reducen el riesgo de padecer cáncer de colon de un 25 a un 40%», detalla el doctor Cabrera.

Y no caer en algunos errores peligrosos. Entre ellos se encuentra no hacer ninguna prueba encaminada al diagnóstico precoz del CCR después de los 50 años de edad, tratar una anemia sin investigar su origen, no hacer una colonoscopia tras observar la presencia de sangre en las heces, no realizar ningún seguimiento específico en casos de sospecha de cáncer hereditario ni especializado en casos de enfermedad inflamatoria intestinal de larga evolución, concluye el especialista en Aparato Digestivo de HPS.

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