Los primeros días de vida de un bebé requieren de multitud de cuidados que los padres deben tener en cuenta y que resultan especialmente estresantes para los primerizos, a los que todo resulta nuevo. Por ello, esta guía de consejos prácticos puede serles de gran utilidad.
La higiene, la alimentación o la climatización de la habitación son claves en los primeros días de un bebé.
«Una de las primeras recomendaciones a tener en cuenta sobre el recién nacido es el cuidado óptimo de su higiene. Para ello, es aconsejable un baño diario, preferiblemente en horario nocturno, para que así ayude al bebé a relajarse. La temperatura ideal del agua debe estar entre los 36 y 38 grados, usando jabones neutros. Realizaremos un secado exhaustivo, teniendo especial atención a los pliegues de la piel, hidratando también la misma al finalizar», detalla el doctor Antonio Guerra García de Celis, especialista en Pediatría de Hospital Perpetuo Socorro.
«Es importante practicar cuidados con agua jabonosa en el ombligo del recién nacido, hasta su cicatrización y caída. Para terminar, tendremos en cuenta, un cambio frecuente de pañales, acompañado, a ser posible de un lavado en su zona genital», continúa el doctor Guerra.
Con respecto a la alimentación del recién nacido, la lactancia materna es el mejor alimento que puede recibir un bebé en sus primeros seis meses de vida ya que, aparte de conferirle inmunidad, la alimentación se realiza a demanda del recién nacido y la temperatura de la leche siempre estará a temperatura ideal, ni muy caliente ni fría. Pero también le proporciona beneficios a la madre, como es entre otros, la prevención del cáncer de mama.
Para comprobar que el bebé está bien alimentado basta con asegurarse de que moja entre cinco y ocho pañales diarios, come cada dos o tres horas, su promedio de ganancia de peso es de 125/250 gramos por semana, su aspecto es saludable, está contento, con un llanto fuerte y no se duerme inmediatamente después de comer. Asimismo, los pechos se sienten más suaves tras cada toma y la deglución es audible durante el amamantamiento.
Existen ocasiones, en las que, ya sea por problemas de salud de la madre u otras razones, el bebé debe ser alimentado mediante lactancia artificial. «En este caso, como medida general, usaremos 30 centilitros de agua por una medida rasa de leche y dividiendo las tomas cada tres horas. Los padres deben poner especial cuidado al calentar los biberones, desechando por completo el uso del microondas, ya que no reparten bien el calor y pueden quemar al pequeño», asegura el pediatra.
En lo que a la ropa se refiere, es aconsejable el uso de la ropa cómoda, en ningún caso apretada, siendo óptima la utilización de los materiales cien por cien algodón. La tendremos que lavar con jabón neutro, sin lejía ni suavizante. Hay que prestar una especial atención a los colgantes y botones de la ropa, evitando su uso, previniendo de esta manera riesgos innecesarios para el pequeño de la casa.
Por su parte, la habitación del bebé debe registrar una temperatura entre 20 y 22 grados, estar bien ventilada y sin objetos que puedan acumular polvo, como podrían ser los peluches. Su cadencia de sueño puede ser al principio distinta a la de sus padres, pero poco a poco irá cogiendo su rutina, durmiendo aproximadamente entre 16 y 18 horas diarias.
MUERTE SÚBITA.
En la prevención de la muerte súbita del lactante es fundamental acostar al bebé boca arriba, sin almohada, en un colchón con base rígida, apartando de su lado en la cuna juguetes u otros objetos y sin arroparlo demasiado. No fumar en el interior de la vivienda y evitar ambientes en los que el humo esté presente es otra medida más que recomendable.
Es muy lógico que la familia o los amigos quieran conocer al pequeño nada más nacer pero, ¿es aconsejable? «Es una situación difícil de gestionar, pero debemos hacer lo posible por limitarlas al círculo afectivo más íntimo. Las visitas deben lavarse las manos con agua y jabón como norma general antes de entrar en contacto con nuestro bebé y prestaremos especial atención en restringir la visita a personas con afecciones respiratorias o cualquier otra patología contagiosa. Además debe tenerse cuidado con toser o estornudar cerca del pequeño ya que le transmitiríamos inmediatamente todos nuestros virus», alerta el doctor Guerra.
Llegado el momento de pasear al aire libre, hay que optar por zonas tranquilas, exentas de polución o contaminación sonora. Son recomendables las horas de sol en invierno y en verano, evitando el excesivo calor o la exposición directa solar del pequeño. Para ello debe utilizarse gorro, sombrilla o similares, además de la correspondiente crema solar con el máximo de protección. No obstante, no es lo más adecuado que se pasee por centros comerciales o lugares de grandes concentraciones de personas.
Con el seguimiento de estas pautas, una correcta administración de las vacunas, que se inician a los dos meses de vida, y las necesarias visitas periódicas al pediatra es posible garantizar un correcto desarrollo del bebé y un diagnóstico precoz de cualquier afección que pueda aparecer, concluye el especialista en Pediatría de Hospital Perpetuo Socorro.