El tratamiento del paciente afectado por Covid-19 o Coronavirus que requiere ventilación mecánica constituye un reto para el intensivista, confiesa el especialista en Medicina Intensiva de HPS, el Doctor Sergio Martínez.
El foco de atención médica en pacientes con Covid-19 radica en la particular afectación bilateral del parénquima pulmonar que se tratará en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) correspondiente.
Además, al tratarse de un virus tan infeccioso y rápidamente trasmisible (por ello el confinamiento de la población), se debe plantear mecanismos de aislamiento, limpieza y de cuidados especiales que eviten la expansión de contagio del Covid-19 en otros pacientes, en el personal sanitario y/o en el área de atención médica.
Para manejar la ventilación mecánica ha de realizarse un estudio de la mecánica pulmonar del paciente a fin de adaptar los parámetros ventilatorios adecuados que faciliten una correcta oxigenación sanguínea.
El paciente con Covid-19 ha de estar completamente sedado, lo que se conoce como coma inducido, para permitir que el respirador trabaje de forma adecuada y óptima que permita sustituir la deteriorada función pulmonar en lo que da tiempo para que el pulmón se recupere y pueda asumir de forma espontánea la función respiratoria.
Para ello se ha de adaptar de forma adecuada el volumen de gas (oxígeno puro o mezclado con aire medicinal a fin de conseguir la concentración adecuada de oxígeno para el paciente concreto), el nivel de presión que alcance en el pulmón y el tiempo requerido para el componente inspiratorio y para el espiratorio.
La mayoría de ocasiones el paciente ha de colocarse boca abajo, lo que se denomina en decúbito prono para mejorar la oxigenación pulmonar, al permitir con esta postura una mayor superficie pulmonar lo que mejora ostensiblemente el intercambio gaseoso.
Todo ello, revela el Doctor Sergio Martínez, requiere de una ingente cantidad de recursos tanto humanos como materiales que garanticen un correcto tratamiento y cuidados de estos pacientes con Covid-19 o coronavirus, que en términos generales requerirá una estancia en cuidados intensivos que suele superar los 28 días aproximadamente.