Existen multitud de falsos mitos que acompañan a la enfermedad celiaca muy extendidos. Entre ellos se encuentra que puede tener cura aunque lo cierto es que se trata de una enfermedad crónica pero que puede tratarse muy bien con la eliminación completa del gluten de la dieta de la persona afectada. De esta forma no se producirá ningún síntoma aunque es una patología que no desaparece.
“La importancia del diagnostico precoz reside en la instauracion de una alimentacion sin gluten desde el primer momento. Esto consigue no solo la normalizacion del estado de salud sino tambien la recuperacion de la calidad de vida de los pacientes. Hoy en día, en el mundo hiperconectado que vivimos, y donde las nuevas tecnologías inundan nuestra vida cotidiana, se hace más factible el acceso a la información en detalle de aquellos fármacos y alimentos que no contienen gluten, y, por tanto, permiten una perfecta normalización del día a día de las personas celíacas”, explica la doctora Glenda Bautista Suárez, especialista en Medicina Interna y máster de Nutrición y Dietética de Hospital Perpetuo Socorro.
Y es que el celíaco es una persona sana, pero que ha de comer diferente porque tiene una intolerancia permanente a las proteínas del gluten, presente en cereales como el trigo, cebada, centeno, espelta, kamut, triticale y trithordeum, que cursa principalmente con una lesión inflamatoria de la mucosa del intestino produciendo un cuadro de mala absorción, aunque hoy día se sabe que puede afectar a cualquier órgano o sistema. Por ello es recomendable consumir productos naturales, ya que los manufacturados tienen un mayor riesgo de estar contaminados o contener restos de gluten. Tampoco se aconseja consumir productos a granel o elaborados artesanalmente ya que ha podido producirse algún tipo de contaminación cruzada. Actualmente existen en el mercado productos elaborados con almidón modificado de trigo que contienen menos de 10 partes por millón (ppm) de gluten y son aptos para personas celiacas.