Sal y salud

16 septiembre, 2019
La doctora Glenda Bautista, especialista en Medicina Interna de HPS y Máster en Nutrición y Dietética

El organismo no necesita consumir cantidades excesivas de sal. Por ello, y “teniendo en cuenta que el verano es la estación del año donde los picoteos salados están en cualquier terraza o forman muchas veces parte de los aperitivos habituales, es importante recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir no más de cinco gramos diarios (menos de una cucharada de té al día), que equivale a dos gramos de sodio”, alerta la doctora Glenda Bautista, especialista en Medicina Interna de Hospital Perpetuo Socorro y Máster en Nutrición y Dietética. En España se consumen entre diez y doce gramos de sal al día, cinco o seis veces más de lo recomendado, por lo que una gran parte de la población supera esta cantidad en su alimentación diaria. Tampoco, volviendo al calor, es necesario tomar más sal en verano porque se pierdan sales minerales al sudar más.

“Lo importante es la hidratación, fundamentalmente con agua. La ingesta de excesiva cantidad de sal en la dieta aumenta la sensación de sed, que no suele aliviarse tomando agua, sino habitualmente tomando bebidas gaseosas o alcohol, sobre todo en verano”, asegura la doctora Bautista, que continúa explicando que cuando hablamos de educación nutricional para mantener el peso adecuado es relevante educar a nuestras papilas gustativas. Así poco a poco iremos reduciendo nuestro consumo de sal, para dar sabor o sazonar nuestra alimentación con otros productos menos nocivos para nuestro organismo, que darán sabor a nuestros platos sin tantos efectos secundarios para nuestra salud.

Si con el tiempo nos adaptamos a una ingesta reducida de sal seguramente seamos capaces de apreciar diversos sabores de muchos alimentos que consumimos que antes pasaban desapercibidos.

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