"Al ingerir fruta natural se registran menos picos de azúcar que si, por el contrario, se opta por tomar un jugo"
Nuestra cultura gira alrededor de la comida, de los hábitos que hemos adquiridos desde la infancia, muchas veces acertados y en ocasiones erróneos. En el caso de la ingesta de fruta es habitual escuchar las bondades del zumo frente a la fruta entera pero lo cierto es que se trata de un falso mito ya que la segunda opción aporta más beneficios que licuada.
“Son muchos los desayunos donde nos podemos encontrar un zumo de naranja como complemento al café con leche o la pulguita, pero lo que no valoramos es que al exprimir el zumo de la fruta le estamos eliminando la fibra que contienen. Esto hablando siempre de zumo de fruta natural y no zumo envasado o industrializado, que es mucho menos recomendable”, explica la doctora Glenda Bautista Suárez, especialista en Medicina Interna de HPS y Máster en Nutrición y Dietética.
Esto se debe en primer lugar a que la fruta natural contiene fibra, además de las vitaminas, el agua y los minerales. Con referencia a la fibra, esta la podemos encontrar tanto en la pulpa como en la piel de la fruta. Por eso si optamos por la ingesta de fruta natural es preferible consumirla con la piel si es comestible.
“Al ingerir fruta natural obtenemos menos picos de azúcar que si, por el contrario, nos tomamos un zumo de frutas. Esto es debido, a que la fructosa, que es el azúcar que se encuentra en el interior de la fruta, se libera más lentamente por lo que tarda más tiempo en ser digerida. También cuando comemos una pieza de fruta entra en juego el mecanismo de masticación, que favorece el fenómeno de la saciedad porque son más lentamente absorbidas y digeridas, a diferencia de si nos bebemos un zumo de frutas, que rápidamente se metabolizan. Junto con esto, el pico de insulina que se genera en la ingesta de un zumo de frutas es mayor que al ingerir una pieza entera”, detalla la doctora Bautista.
Además, al ingerir un zumo de frutas emplearemos con mucha probabilidad más de una pieza de fruta con el aumento consiguiente de aporte de calorías, mucha más cantidad de azúcar menos fibra y escasa sensación de saciedad. El zumo de fruta natural como, por ejemplo, el zumo natural de naranja, contiene un contenido medio de 12 gramos de azúcar por 100 gramos del producto. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que un producto es bajo en azúcares si contiene menos de cinco gramos de azúcar por 100 gramos de producto.
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