«Un buen calzado es fundamental para correr»

6 mayo, 2019
Laura Isabel Vera Larena-Avellaneda, especialista en Podología de HPS.

— ¿Precisa el pie de algunos cuidados especiales ante el runnning?

— Correr es un ejercicio físico que involucra a multitud de partes del cuerpo incluidos los pies, que suponen el lugar en el que se produce cada impacto ante cada una de las zancadas y por tanto es una de las zonas a tener muy en cuenta y para los que se deben toman una serie de precauciones que ayuden a evitar lesiones.

— ¿Cuáles son las principales lesiones que pueden padecer?

— Las principales afecciones que pueden afectar al pie desde el punto de vista podológico son las ampollas, rozaduras, sobrecalentamientos, fracturas de falanges o hematomas subungueales, conocidos popularmente como uña negra o dedo del corredor. Existen asimismo otras patologías como por ejemplo la fascitis plantar, los esguinces, la tendinitis, periostitis tibial o la bursitis, entre otras, que pueden derivar de un mal apoyo del pie.

— ¿Varían las precauciones según la superficie de impacto?

— Un buen calzado es uno de los puntos fundamentales a tener en cuenta para correr y para el que es importante efectivamente tener en cuenta la superficie en la que se producirá cada impacto del cuerpo y mantenerse en un peso correcto. Por ejemplo, Corriendo por Vegueta se desarrolla en asfalto y adoquines, unas superficies de gran dureza que requieren optar por un calzado con una buena amortiguación, entre otras consideraciones. Y tener en cuenta que las deportivas van reduciendo su resistencia al impacto según suman kilómetros. Por ello deben sustituirse al sumar en torno a 1.000 kilómetros, lo que se puede estimar en unos ocho o nueve meses si se corre unas tres veces a la semana y a los seis meses si se ejercita cuatro días o más. También deben sustituirse a los dos años aunque no se hayan utilizado apenas pues suelen volverse demasiado rígidas.

— ¿Qué otras consideraciones deben tenerse en cuenta con el calzado?

— El calzado no debe comprimir los dedos o tener una puntera excesivamente estrecha, lo ideal es que se adapte perfectamente al pie evitando roces o fricciones. En este sentido, una buena fórmula para calcular la talla adecuada es medir el pie desde el talón hasta la punta del dedo más sobresaliente. Otras medidas son el mantenimiento de las zapatillas, conservándolas siempre secas y ventiladas y atar de forma correcta los cordones para que no presionen el pie ni la piel.

— ¿Existen otras estrategias preventivas a seguir?

— Los calcetines deben ser de la talla adecuada, sin costuras a ser posible o sin que estas puedan resultar molestas y provocar magulladuras, siendo asimismo preferiblemente transpirables. También es preciso estirar y calentar la zona como el resto del cuerpo antes de iniciar la carrera y volver a realizar estiramientos tras concluir el esfuerzo. Hidratación, cuidado de durezas, callos, juanetes y cualquier otra afección podológica también contribuirán a hacer menos lesiva la práctica de la carrera.

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