Mitos sobre las vacunas

9 abril, 2019
Nieves Jiménez, especialista Medicina Interna HPS

Las vacunas son productos biológicos creados de forma artificial para exponer a un sujeto a un antígeno concreto y generar así una respuesta inmune efectiva y segura estable en el tiempo. A su alrededor se han creado multitud de mitos, destacando el riesgo de autismo con su administración. Un bulo no sólo falso sino especialmente peligroso, tanto para la persona no vacunada como para la comunidad en general.

Cuando se inocula una vacunase genera un mecanismo que ante una sucesiva exposición bloquea y controla de forma rápida y específica al microorganismo y las toxinas producidas por el mismo impidiendo que genere enfermedad. Es la respuesta primaria. Cuando un determinado número de individuos adquieren inmunidad suficiente como para conceder protección al resto de individuos de una población, hay inmunidad de grupo o colectiva que disminuye la colonización y la transmisibilidad del micro organismo en cuestión. Aquí es donde las vacunas juegan su papel más importante.

“Al vacunara diferentes individuos contra una enfermedad concreta, bloqueamos la transmisión en la medida que el número de vacunados crece y a partir de un umbral determinado, se produce el control de la enfermedad. Si la población dejase de vacunarse, la pérdida progresiva de inmunidad de los más mayores provocaría que los nuevos miembros jóvenes no vacunados volvieran a convertirse en nichos susceptibles la enfermedad, pudiendo reaparecer e incluso provocar epidemias graves, como por ejemplo lo ocurrido con el sarampión”, explica la doctora Nieves Jiménez, especialista en Medicina Interna de HPS.

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