— ¿Cómo influye el calor en las personas con diabetes?
— Con calor extremo debemos vigilar la deshidratación y el golpe de calor. Los diabéticos mal controlados son especialmente propensos, pues cifras muy elevadas de glucemia aumentan la emisión de orina y existe el riesgo, en los casos más graves, de un coma hiperosmolar, que requiere de ingreso hospitalario. Además, los cambios de hábitos vacacionales influyen en el control de la diabetes, ante la que es fundamental la educación del paciente sobre todos los aspectos que conlleva el padecerla
— ¿Existen perfiles de diabéticos especialmente afectados?
— Las personas mayores y aquellas con demencia presentan un mayor peligro por su reflejo de sed inhibido y las mayores complicaciones que suelen presentar. En cualquier caso el tipo de diabetes, gravedad, características personales y el estilo de vida que adopte durante las vacaciones cada paciente determinarán la afectación que pueda registrar, por lo que es conveniente acudir al especialista para ajustar su tratamiento a este período del año.
— ¿Qué medidas deben adoptarse?
— El tratamiento se basa en una dieta adecuada, ejercicio y medicamentos en los casos en los que así se requiera. Cualquier cambio puede conllevar un ajuste de la medicación. Por ello puede ser necesario controlar los niveles de glucosa con mayor frecuencia. El médico que habitualmente controla el paciente es el más adecuado para realizar indicaciones concretas. Independientemente de las condiciones de cada caso sí existen algunas medidas generales como una adecuada hidratación, con la ingesta de al menos uno o dos litros de agua diarios aunque no se tenga sed, aumentando el aporte si se practica mucho ejercicio físico, las temperaturas son muy elevadas o si se tiene fiebre. Y si se va a consumir alcohol, recordar que induce a la hipoglucemia y aunque no está prohibido sí debe tomarse con precaución
— Ante la diabetes tipo 2, ¿existen recomendaciones específicas?
— Los diabéticos tipo 2 suelen ser pacientes de mayor edad que los de tipo 1 y presentan factores de riesgo asociados como sobrepeso, hipertensión y aumento de los lípidos. Lo más importante en estos casos es, nuevamente, estar bien hidratados y con la medicación ajustada a este período, especialmente si sus características permiten que practiquen deporte. Un factor de especial interés es el cuidado de los pies, sobre todo si son fumadores, ya que pueden tener un grave problema: el pie diabético. En épocas de calor el aumento de la sudoración puede macerar la piel y crear pequeñas heridas que mal cuidadas es posible que evolucionen a graves complicaciones. Por otro lado pueden tener menor sensibilidad en los pies por lo que hay que evitar caminar descalzos, incluso en la playa, por el riesgo de realizarse heridas o quemaduras. Debe extremarse la precaución con la aplicación de cremas hidratantes, un calzado adecuado y sobre todo la inspección de ambos pies, incluida la planta, a diario.
— ¿Y respecto la diabetes tipo 1?
— La mayoría de los niños diabéticos son del tipo 1 y tienen la particularidad de que no son capaces de producir insulina, por lo que deben administrársela pinchada varias veces al día. Además de las medidas generales ya citadas hay que tener en cuenta el riesgo de un déficit de glucosa, conocida como hipoglucemia, por la mayor actividad física y velocidad de absorción de la insulina a causa del calor. Estos pacientes no tienen prohibido comer alimentos con azúcares siempre y cuando sean capaces de saber qué cantidad están tomando y cuánta insulina deben inyectarse para evitar una hiperglucemia. Si cumplen estos requisitos no hay inconveniente para que por ejemplo se tomen un helado.