Cada vez más personas salen a correr de forma periódica durante al menos media hora. Se trata de una magnífica forma de combatir el sedentarismo, el cuarto factor de riesgo de mortalidad que puede reducirse hasta en un 30% con el ejercicio físico, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por ello, participar en pruebas como la HPS San Silvestre de Las Palmas de Gran Canaria, cuyo período de inscripción ya se encuentra abierto, son un seguro cardiovascular. Correr es muy habitual ante la hipertensión ya que una carrera suave de una hora disminuye la frecuencia cardiaca y dilata los vasos sanguíneos. Y es que el sedentarismo no es sólo un factor de riesgo en sí mismo sino que contribuye a otros como la diabetes tipo II, la hipertensión, hipercolesterolemia y obesidad, indica el doctor Rayco Cabeza, especialista en Cardiología de Hospital Perpetuo Socorro
Todos ellos aumentan de forma notable el riesgo cardiovascular. De hecho, un informe de la Federación Mundial del Corazón estima en más de un 5% la responsabilidad de la inactividad física en las enfermedades cardiovasculares. Y no sólo contribuye a la reducción de los citados factores de riesgo mejorando la salud cardiovascular y fortaleciendo el corazón. «Correr, como otros ejercicios aeróbicos, contribuye a mejorar la función miocárdica, tanto sistólica como diastólica, es decir, la contracción y relajación del corazón para bombear la sangre por todo el sistema circulatorio. Además modula la producción de adrenalina y evitando el aumento excesivo de pulsaciones, e incrementa la elasticidad arterial, lo que desemboca en una menor presión arterial y de la frecuencia cardiaca, a la vez que facilita el control de los niveles de glucosa y lípidos en sangre », pormenoriza el Doctor.
«Es necesario tomar mayores precauciones y contar con un correcto seguimiento médico, pero lo cierto es que ante las cardiopatías realizar ejercicio físico aeróbico no sólo es posible sino recomendable como parte de la terapia posterior», asegura el especialista en Cardiología.