Actualidad, realidad y nuevas líneas de investigación sobre el Alzhéimer

19 septiembre, 2017

Sin lugar a dudas la demencia y de manera especial la enfermedad de Alzheimer, la más frecuente, en la que la edad es uno de los principales factores de riesgo de padecerla en un mundo cada día más envejecido, constituye todo un reto.

Estimaciones recientes de Alzheimer Disease Internacional cifran en unos 46,8 millones el número de personas en el mundo con demencia, que aumentará a 74,7 millones en 2030 y a 131,5 millones en el 2050, lo que refleja la magnitud epidémica de la enfermedad. Los cambios en el cerebro de estos pacientes comienzan muchos años antes de que los síntomas evidentes aparezcan, dificultando su detección. «Es esencial ganar tiempo con un diagnóstico precoz pues los daños estructurales en el cerebro tienen ya tiempo de evolución», asegura el doctor René de Lamar, especialista en Geriatría de Hospital Perpetuo Socorro, ante el Día Mundial del Alzhéimer.

La posibilidad de utilizar biomarcadores para el diagnóstico precoz es una herramienta de extraordinario valor que juega un papel trascendental en la identificación de la patología, las fases de deterioro cognitivo leve y de demencia inicial. Un fenotipo clínico característico y la positividad de los biomarcadores incrementa la certeza del diagnóstico. Además, sirven también para diagnosticar el párkinson, demencia vascular, demencia por cuerpos de Lewy y demencia fronto-temporal.

 

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