¿Qué sabe del etiquetado alimentario?

24 abril, 2017

«La lectura que debemos manejar fundamentalmente es la información sobre la energía, grasas saturadas, hidratos de carbono, proteínas, azúcares y sal, que se deben señalar de manera adecuada, agrupada según la porción, que puede ser por 100 gramos o 100 miligramos. También se puede complementar la lectura viendo la cantidad de los ácidos grasos monoinsaturados y polinsaturados, almidón, fibra alimentarias, vitaminas o minerales», asegura la doctora Glenda Bautista, especialista en Medicina Interna de HPS y máster en Nutrición y Dietética.

Asimismo, continúa la doctora, debe destacarse la denominación del alimento, lista de ingredientes, las sustancias o productos que causan alergias o intolerancias, cantidad de un determinado ingrediente, la cantidad neta del alimento, la fecha de duración mínima o fecha de caducidad, identificación de la empresa, el país de origen o lugar de procedencia, condiciones espaciales de conservación y utilización, modo de empleo y lote. En el caso de las grasas, la normativa no obliga a separar los diferentes tipos salvo en los alimentos para lactantes. «Estas grasas saturadas, nada recomendables, las podemos encontrar en múltiples productos como la bollería industrial, la comida rápida, galletas, dulces, papas fritas de bolsa o helados, entre otros ejemplos», asegura la nutricionista. Los aditivos son uno de los ingredientes más enigmáticos para el consumidor en general. Suelen presentarse con una E seguida de un número, que si se sitúa en la serie del 100 se trata de un colorante, de un conservante en la del 200 y un antioxidante en el margen de los 300.

Consulte las claves a tener en cuenta.