La iniciación inmediata de las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) así como la desfibrilación temprana, son fundamentales para salvar la vida de una persona cuya respiración o latidos cardíacos hayan cesado. Esto puede producirse, principalmente, tras un ataque cardíaco, ahogamiento o después de una descarga eléctrica.
Se trata de una técnica útil que comienza con la reanimación cardiopulmonar mediante una serie de compresiones secuencial y organizadas en el pecho.
Conscientes de la importancia de dominar esta técnica, en HPS hemos puesto en marcha durante esta semana, un taller en el que alumnos de Enfermería y Fisioterapia conocen de primera mano la teoría y la práctica de este procedimiento de emergencia. La Dr.ª del Departamento Médico Internacional de HPS, Brígida Mendoza, ha sido una de las encargadas, junto con dos técnicos del HUGC Dr. Negrín, de instruir a los alumnos en esta técnica vital.
La Asociación Estadounidense del Corazón, máximo referente científico en materia de cardiología en el mundo, establece varios tipos de perfiles a la hora de poner en marcha estas maniobras: aquellos que la van a realizar porque se encuentran con una persona en situación de emergencia, pero no tienen experiencia, y los que si cuentan con trayectoria en la técnica.
- Falta de capacitación. Si no tienes capacitación en RCP, solo practica la reanimación cardiopulmonar con las manos. Esto significa hacer compresiones de pecho sin interrupción de 100 a 120 por minuto hasta que lleguen los socorristas (se describe en mayor detalle más adelante). No es necesario proporcionar respiración de rescate.
- Con capacitación y preparación. Si tienes capacitación y confianza en tus habilidades, comprueba si la persona tiene pulso y respira. Si no respira o no tiene pulso en 10 segundos, comienza las compresiones de pecho. Comienza la reanimación cardiopulmonar con 30 compresiones de pecho antes de dar dos respiraciones de rescate.
- Con capacitación, pero falta de práctica. Si anteriormente hiciste la capacitación en reanimación cardiopulmonar, pero no tienes confianza en tus habilidades, solo haz las compresiones de pecho a un ritmo de 100 a 120 por minuto.
Estos consejos se aplican a adultos, niños y bebés que necesiten reanimación cardiopulmonar, pero no a los recién nacidos (bebés de hasta 4 semanas).
Antes de comenzar la reanimación cardiopulmonar debemos comprobar si el ambiente es seguro para la persona, si está consciente, o inconsciente, y de ser así, tócale o golpéale el hombro y pregúntale en voz alta si se encuentra bien. Si no responde y hay dos personas más, pídele a una que llame al Servicio de Emergencias de Canarias (112) y obtenga el desfibrilador externo automático, si hay uno disponible, y pídele a la otra persona que comience la reanimación cardiopulmonar. Si no hay nadie más y tienes acceso inmediato a un teléfono, llama al 911 o al número local de emergencias antes de comenzar la reanimación cardiopulmonar. Busca un desfibrilador externo automático, si hay uno disponible. Tan pronto como tengas el desfibrilador, aplica una descarga si así lo indica el dispositivo y luego comienza la reanimación cardiopulmonar.
Recuerda deletrear C,B,A.
La Asociación Estadounidense del Corazón usa las letras C-A-B —compressions, airway, breathing (compresiones torácicas, vías respiratorias, respiración)— para ayudar a las personas a recordar el orden en el que deben seguir los pasos de la reanimación cardiopulmonar (RCP).
¿Cómo realizamos las maniobras?
- Coloca a la persona boca arriba sobre una superficie firme.
- Arrodíllate junto al cuello y los hombros de la persona.
- Coloca la palma de una mano en el centro del pecho de la persona, entre los pezones. Coloca la otra mano sobre la anterior. Mantén los codos derechos y posiciona los hombros directamente arriba de las manos.
- Usa el peso de la parte superior del cuerpo (no solo los brazos) para presionar (comprimir) el pecho con fuerza al menos 2 pulgadas (aproximadamente 5 cm), pero no más de 2,4 pulgadas (aproximadamente 6 cm). Presiona con firmeza a un ritmo de 100 a 120 compresiones por minuto.
- Si no estás capacitado en reanimación cardiopulmonar, continúa haciendo las compresiones en el pecho hasta que notes signos de movimiento o hasta que el personal médico de urgencia tome el control. Si estás capacitado en reanimación cardiopulmonar, abre las vías respiratorias y proporciona respiración de rescate.
Desde HPS esperamos que te haya sido útil esta información, y ya sabes, ante cualquier duda, llama al 112, ellos pueden indicarte paso a paso como realizar las maniobras.