Lesiones meniscales

17 June, 2019
Gerardo Garcés, especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica de HPS y jefe de los servicios médicos de la UDLP

Cuando se produce una lesión en  la rodilla es fundamental conocer  el mecanismo que ha llevado  a su aparición. Teniendo claro  cómo se ha producido será mucho  más fácil determinar el diagnóstico  y tratamiento de la misma.  En este sentido, la historia  clínica define con bastante aproximación  el tipo de lesión, a lo  que posteriormente colaborará  de forma importante una pormenorizada  exploración física.  Teniendo ambos factores en  cuenta la fiabilidad del diagnóstico  supera el 90%. Es este el momento  de realizar pruebas complementarias  que garanticen al  cien por cien la sospecha inicial.

“Las principales pruebas en el  caso de las lesiones óseas son las  radiografías mientras que en el  de las musculares destaca la ecografía.  Por último, para detectar  con precisión lesiones meniscales,  cartilaginosas y ligamentosas,  nada mejor que la resonancia  magnética”, pormenoriza el  doctor Gerardo Garcés, especialista  en Traumatología y Cirugía  Ortopédica de HPS y jefe de los servicios médicos  de la Unión Deportiva Las  Palmas.  En el caso de las lesiones agudas  hay que interrumpir inmediatamente  la práctica deportiva y enviar  al paciente a un centro médico  para establecer el diagnóstico  adecuado mientras que la  mayoría de las lesiones musculares  podrán ser tratadas con reposo  relativo y una adecuada rehabilitación  posterior.

En todos los casos, un adecuado  programa de fisioterapia será  fundamental para la recuperación  precoz del deportista y evitar  en lo posible recaídas. Antes  de esta última etapa, las lesiones  meniscales en pacientes jóvenes  requerirán siempre que se pueda  un tratamiento mediante artroscopia  para suturar el menisco lesionado,  evitando el resecar el  menisco como se hacía anteriormente.

Las roturas de los ligamentos  laterales y el ligamento  cruzado posterior pueden ser  tratadas de forma conservadora  con una ortesis de protección y  rehabilitación posterior. Si la lesión  afecta al ligamento cruzado  anterior y el deporte que practica  el paciente entraña giros frecuentes  de la rodilla, normalmente  necesitará una intervención  para sustituir el ligamento  lesionado.

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