Verdades y mentiras ante las ITS

17 October, 2019
El doctor Ángel Blanco Becerra, especialista en Medicina Interna de HPS

Con la importancia de estas infecciones y su impacto social se han creado multitud de falsos mitos que son difíciles de erradicar dada la naturaleza de estas enfermedades, su vía de contagio y la lacra social (por fortuna cada vez menor), que contribuye al secretismo y a la falta de información veraz, detalla el doctor Blanco. Cualquier persona que tenga relaciones sexuales sin usar preservativo con una persona infectada por una de estas enfermedades tiene riesgo de contraer la infección, sin importar qué episodio de nuestra vida sexual sea. Por tanto, es falsa la creencia de que no es posible contagiarse de una ITS en la primera relación sexual de nuestra vida.

Es también un falso mito que el coito vaginal sea la única forma de contagio. La forma en que un patógeno se transmite de persona a persona es a través del contacto de los fluidos liberados durante el acto sexual con la piel y las mucosas que recubren ano, recto, vagina y boca. Es por eso que tanto el sexo oral como el sexo anal son vías de riesgo para este tipo de infecciones. Por tanto, también es incierta la creencia que el sexo oral evita el contagio de las infecciones de transmisión sexual. Es cierto que las principales vías de contagio son las relaciones sexuales vaginales o anales, pero el sexo oral no está exento de riesgo y existen probabilidades de contagio. De hecho, algunas ITS como el herpes genital, la sífilis o la gonorrea se contraen con mayor facilidad practicando sexo oral.

Por otra parte, algunas personas piensan que este tipo de enfermedades pueden adquirirse en baños públicos. Es un error pensar que por sentarnos en un inodoro público podemos infectarnos de una ITS, aunque las personas que lo usaron antes que nosotros las pudieran padecer. Estos lugares no reúnen las condiciones para que este tipo de gérmenes sobreviva ni para que se multipliquen, por lo que no son una vía de contagio de estas enfermedades. También esta extendido el falso mito de que usar dos preservativos a la vez aporta un plus de seguridad. Esto es totalmente falaz e incluso podría incrementar el riesgo, dado que la fricción durante las relaciones sexuales podría causar la rotura de ambos preservativos y dejar a la persona que los use sin ninguna protección. Es igualmente erróneo que los tratamientos anticonceptivos hormonales como la píldora eviten el contagio de ITS. Estos tratamientos son eficaces para evitar un embarazo pero no influyen en el riesgo de contraer una enfermedad de este tipo. Se trata de enfermedades que se transmiten por contacto directo con la sangre infectada o con los fluidos corporales, por lo que los métodos de barrera, como el preservativo, sí pueden ser eficaces en su prevención.

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