Menores incisiones, lo que redunda en menor sangrado, inestabilidad de columna, ingreso hospitalario, reoperaciones y tiempo de recuperación. Son algunas de las ventajas de la cirugía endoscópica percutánea y tubular mínimamente invasiva con endoscopia asistida ante lesiones de columna.
Dos técnicas con las que cuenta ya Hospital Perpetuo Socorro, que continúa innovando en cirugía de columna. Pese a ser desde hace dos años el único hospital en Canarias que utiliza la endoscopia como método de abordaje de la estenosis de canal y la hernia discal, el centro sanitario ha dado un paso más incorporando la última tecnología endoscópica a nivel mundial.
Desde hace unos meses dispone de la tecnología de endoscopia percutánea, de la que se han realizado diversos procedimientos con éxito. A esta técnica, de la que sólo disponen dos centros privados más en todo el territorio nacional, se suma la cirugía tubular mínimamente invasiva con endoscopia asistida que se practica ya en Hospital Perpetuo Socorro, convirtiéndolo en referente en el tratamiento de lesiones de columna.
Ambos procedimientos presentan enormes ventajas frente a la cirugía tradicional, desde una recuperación mucho más rápida y menos dolorosa a un menor índice de complicaciones. Las condiciones y necesidades de cada paciente indicarán la necesidad de la aplicación ante cada caso de uno u otro sistema.
«Empezamos con la cirugía endoscópica de columna hace dos años y poco a poco hemos avanzado y contado con mejor tecnología según avanza pero en la misma línea. Son técnicas recientes en Europa que en España muy pocos especialista realizan todavía, sobre todo porque este tipo de cirugía necesita un instrumental muy específico para realizar la intervención. Por ello actualmente toda la cirugía endoscópica que se hace en Canarias la hacemos nosotros en Hospital Perpetuo Socorro, lo que nos convierte en referentes», explica el doctor Carlos Valencia, especialista en Neurocirugía del centro grancanario y responsable de las primeras intervenciones realizadas con esta nueva tecnología.
Su diferencia reside en el uso del endoscopio, que permite una cirugía mínimamente invasiva con incisiones muy pequeñas por las que se introduce una cánula con una cámara que permite trabajar sin realizar grandes disecciones para acceder a la columna como con la cirugía tradicional, que se realiza con microscopio.
Estas mínimas incisiones ocasionan mucho menor daño sobre los tejidos blandos de la columna, como los músculos y ligamentos, además de en los nervios y la parte ósea de la columna, que se preserva mucho más con la cirugía endoscópica.
«Al producir menos daño en las estructuras de la columna se preserva su estabilidad. Uno de los problemas importantes en la cirugía tradicional es que algunos pacientes que se operan por primera vez luego deben ser reintervenidos por inestabilidad en la columna. La técnica endoscópica, al producir un daño mínimo de las estructuras que estabilizan la columna, hace que este riesgo disminuya notablemente», asegura el doctor Valencia.
Otras ventajas son el mínimo sangrado y un temprano retorno a las actividades habituales. De hecho, la endoscopia percutánea permite una recuperación mucho más rápida para el paciente pudiendo empezar a caminar seis horas después de haberse hecho la operación y retornar a casa en las primeras 24 horas. La recuperación completa precisa de tres a seis semanas, pudiendo incluso practicar ejercicio físico, y la rehabilitación puede iniciarse una semana después de haberse realizado el procedimiento.
Por último, el uso del endoscopio en las enfermedades de columna también está diseñado para tratar el dolor. De esta forma pueden realizarse abordajes completamente novedosos para combatir afecciones muy dolorosas como rizólisis facetaria, infiltración y radiofrecuencia de articulación sacroilíaca con la asistencia de la cámara endoscópica permitiendo que la eficacia de este tipo de tratamientos aumente, concluye el especialista en Neurocirugía de Hospital Perpetuo Socorro.