Más segura, más rápida, menos dolorosa y con menor tiempo de recuperación e ingreso hospitalario. Es la cirugía mínimamente invasiva que, a través de pequeñas incisiones, consigue mejores resultados que una intervención abierta o convencional al evitar o reducir al mínimo los grandes cortes de bisturí.
Este tipo de procedimientos, dadas sus grandes ventajas, han ido ganando terreno en diversas especialidades médicas, siendo la patología de columna una de las grandes beneficiadas. «La cirugía mínimamente invasiva o tubular endoscópica de columna asegura un menor trauma y mejor recuperación que la abierta. Al tratarse de incisiones de pequeño tamaño se hace menos daño en los tejidos musculares y ligamentos de la espalda, y además se quita menos tejido óseo al hacer un agujero mucho mas pequeño en la piel», relata el doctor Carlos Valencia, especialista en Neurocirugía de HPS y pionero de este tipo de operaciones en Canarias, que trajo a las Islas hace poco menos de una década.
