La sordera súbita es una hipoacusia neurosensorial intensa que se desarrolla en pocas horas o se nota con frecuencia al despertar. El doctor especialista en Geriatría y Gerontología del Hospital Perpetuo Socorro, René de Lamar del Risco, indica que lo habitual es desarrollarla sin ninguna molestia previa.
Se percibe la sensación de que el mundo que nos rodea se queda mudo, pero es nuestro oído el que deja de funcionar. Llega sin saber por qué y en algunos casos desaparece de igual forma que se presentó. Se está investigando sobre sus causas concretas y la forma de poder demostrarlas, ya que pueden ser muy complejas. La pérdida auditiva es de más de 30 decibelios y afecta a cerca de 1 de cada 5.000 personas al año. Con frecuencia la sordera aguda se acompaña de vértigo y acúfeno, un zumbido en el mismo oído.