«Las infiltraciones alivian el dolor cuando otros métodos fallan»

1 Abril, 2019
El doctor Francisco Sierra, especialista en Anestesiología de HPS

 ¿Qué es una infiltración intraarticular?

— Una infiltración intraarticular es una fórmula de tratamiento del dolor cuando otros métodos más convencionales no resultan eficaces. Consiste en inyectar un medicamento directamente en la articulación en la que se están padeciendo molestias con sustancias, generalmente corticoides, de efecto antiinflamatorio y analgésico. De esta forma el fármaco llega antes y en mayor cantidad a la zona afectada. Se trata de una técnica mínimamente invasiva y ambulatoria que no requiere de ingreso hospitalario.

 ¿Cuándo están indicadas?

— Se trata de una fórmula de tratamiento ante el dolor articular y limitación del movimiento que alteran el día a día de quienes la sufren, llegando a ser incluso incapacitante. Se contempla su uso cuando el dolor es muy intenso, incluso en reposo, o cuando otras opciones farmacológicas sólo han servido para una escasa o nula mejoría. Pero siempre deben ser prescritas por un médico que valore su conveniencia en cada caso. Por ejemplo, no son aconsejables cuando existen otras patologías que pueden agravarse con su administración, como la diabetes.

 ¿Qué efectos provoca?

— Las infiltraciones intraarticulares no resultan curativas pero son muy útiles para aliviar el dolor y la inflamación permitiendo una recuperación más rápida de la funcionalidad, al tiempo de detener el deterioro funcional que acarrea la inmovilización prolongada. El efecto suele durar entre tres semanas y un mes y medio, período tras el cual puede retornar el sufrimiento si no se ha solucionado la causa que lo produjo. Por ejemplo, puede servir para evitar el dolor cuando impida el inicio del tratamiento de rehabilitación y la posología oral se revela ineficaz.

 ¿Cuántas infiltraciones se pueden realizar ante la misma patología?

— No es conveniente realizar infiltraciones en una misma articulación más de cuatro veces durante el período de un año ni repetirla más de dos veces si se comprueba tras estas administraciones que no se produce una reducción del dolor y la hinchazón.

 ¿En qué zonas se utiliza este tratamiento contra el dolor con mayor frecuencia?

— Las articulaciones en las que es más habitual la utilización de este tipo de tratamientos son el hombro, la cadera, la rodilla, el codo, el pie y la mano. No obstante pueden ser útiles para cualquier articulación cuando el médico lo estime oportuno.

Lea aquí la Publicación completa