Una de cada tres muertes en varones y una de cada cinco en mujeres en España se debieron a tumores malignos; es decir, más de una de cada cuatro a nivel nacional fueron a causa de distintos tipos de neoplasias, según la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan).
Los tipos más frecuentemente diagnosticados son de colon-recto, próstata, pulmón, mama y vejiga. Entre los varones destacan los de próstata, colon-recto, pulmón, vejiga y estómago mientras encabezan los tumores en mujeres los de mama, colon-recto, cuerpo uterino, pulmón y vejiga. Para reducir su incidencia se busca concienciar a la población e informar de algunas pautas preventivas que incluyen una dieta saludable, nutritiva y actividad física aeróbica de forma regular, así como las revisiones médicas periódicas con los correspondientes programas de cribado.
Cuando se detecta un posible caso es fundamental diagnosticarlo lo antes posible para comenzar el tratamiento de forma temprana, lo que puede mejorar el pronóstico, prolongar el tiempo de vida e incluso posibilitar la curación. Para la detección existen diferentes técnicas de imagen según el tipo de neoplasia para la que se realice el cribado. Estas técnicas de estudio son importantes no sólo para el diagnóstico precoz sino complementario para determinar la localización, tamaño y extensión de la enfermedad.
La mamografía es la técnica de imagen principal para la detección del cáncer de mama. La mamografía como técnica de elección para el cribado poblacional ha demostrado una disminución de la mortalidad al propiciar un diagnóstico precoz de la enfermedad, explica el doctor Francisco Ramírez Urbano, especialista en Diagnóstico por Imagen de HPS.
Aunque se trata de una técnica muy útil, hasta un 20% de los cánceres de mama pueden no detectarse en el cribado mamográfico habitual. Son muchos los factores que influyen en la precisión diagnóstica de la mamografía; el patrón de densidad mamaria es uno de los más relevantes. La sensibilidad de la mamografía oscila entre un 98% en las mamas de predominio graso y un 40% en las muy densas. Esta circunstancia ha mejorado con el desarrollo de la mamografía digital, con la que se ha conseguido aumentar la sensibilidad de la técnica en subgrupos poblacionales como las mujeres menores de 50 años y aquellas con mamas densas. Además, ha permitido detectar mejor las microcalcificaciones y los carcinomas intraductales. Asimismo, la tomosíntesis es una técnica novedosa que permite disminuir la superposición de los tejidos al adquirir secuencialmente imágenes consecutivas de baja dosis de radiación. «El uso combinado de la mamografía digital y la tomosíntesis permite un aumento en la detección temprana del cáncer de mama. Al mostrar la glándula mamaria en cortes finos, la tomosíntesis localiza cánceres ocultos dentro del parénquima mamario. De este modo es posible detectar un mayor número de cánceres infiltrantes y de lesiones esclerosantes complejas y cicatrices radiales. De hecho, se ha concluido que ambos métodos combinados aumentan significativamente la tasa de diagnóstico de cáncer y disminuyen los falsos positivos y las rellamadas », asegura el doctor Ramírez.
Recientemente se ha introducido un nuevo concepto que es la imagen sintetizada. Consiste en obtener la imagen de mamografía convencional sumando los datos de los diferentes cortes de tomosíntesis, conformando así una imagen 2D similar a una mamografía digital. La principal ventaja de este nuevo sistema es que reduce la dosis de radiación porque no hacen falta las mamografías digitales convencionales. «La tomosíntesis es ya una técnica muy útil combinada con la mamografía digital. En Hospital Perpetuo Socorro contamos ya con este equipamiento con muy buenos resultados en la detección del cáncer de mama, sobre todo en pacientes con mamas más densas o que presenten otros factores de riesgo», concluye el especialista en Diagnóstico por Imagen.
