Cómo correr sin riesgos de lesión

18 Dezembro, 2017

Correr es una actividad más que recomendable para la salud. Mejora la autoestima, evita el sobrepeso, aumenta la agilidad y la posibilidad de sufrir múltiples patologías. Muchos son sus beneficios pero como todo en la vida, para su práctica es importante escuchar a nuestro cuerpo para no traspasar sus límites y tener en cuenta la edad, condición física y patologías que se padezcan y realizarse los controles médicos adecuados para garantizar que sólo sumemos salud.

Y es que el running está de moda. Cada vez son más las personas que se apuntan a practicar este deporte y participar en carreras populares. Entre las mismas se encuentra la HPS San Silvestre, la más multitudinaria del calendario regional y la cuarta más numerosa a nivel nacional. Pese a contar con un trazado bastante asequible de seis kilómetros, lo cierto es que, como en el resto, es necesario seguir una serie de normas básicas para garantizar que sea una aventura inolvidable sin ningún tipo de complicación durante el recorrido.

Respecto a las lesiones más frecuentes que se producen en este tipo de pruebas, «o más habitual es que se atiendan los llamados ‘tirones’ musculares, rotura de fibras, problemas respiratorios, en muchos casos producto del asma, caídas y lesiones traumatológicas como esguinces de tobillo o rodillas hablando en términos generalizados», explica la doctora Sara Solana, médico de Urgencias de Hospital Perpetuo Socorro y parte del equipo sanitario que velará por la salud de los participantes el día de la HPS San Silvestre. También, apunta, al ser una carrera con tanta afluencia de corredores suele producirse algún tropezón o pisotones. Problemas menores como calambres o agujetas también pueden producirse tras concluir la prueba; aunque esto último depende mucho del estado y condición física del participante.

En cualquier caso, al participar en una carrera o realizar ejercicio físico en general es importante estar atentos a posibles indicios que indiquen algún problema. «Al cuerpo hay que escucharlo siempre, y muchas veces pecamos de no hacer caso a las señales. Ante cualquier sensación de mal estar o fatiga, molestia muscular o dolor en el pecho hay que parar para evitar males mayores», alerta la doctora Solana.

Conozca las pautas básicas para evitar lesiones.