«Es fundamental ir al médico ante síntomas de neumonía»

13 novembre, 2017

La neumonía es un proceso infeccioso agudo que se caracteriza por la inflamación del tejido de uno o los dos pulmones. No existe un único microorganismo responsable de tal infección ya que puede deberse a un virus, una bacteria o un hongo. Los pulmones se conforman a partir de unos pequeños sacos que se llenan de aire cuando inhalamos y que se denominan alveolos, indica la especialista en Neumología de HPS, María José Domínguez.

Cuando se ven infectados por la neumonía se llenan de pus y líquido, lo que complica la respiración y provoca tos, flema y fiebre. Para prevenirla hay algunas pautas que se pueden seguir. En primer lugar, y especialmente en personas que cuentan con factores de riesgo o mayores de 65 años, puede ser recomendable la administración de la vacuna antigripal y contra el neumococo siempre y cuando esté prescrita por un médico, ya que no está indicada para todo el mundo. El neumococo es el germen que produce la gran mayoría de las neumonías, por eso, la protección contra él disminuye mucho la incidencia y gravedad de las neumonías en general. Otras medidas que pueden ayudar a prevenirla son una adecuada hidratación y alimentación, que contemple un abundante consumo de fruta y verdura evitando el exceso de calorías en fritos, salsas y rebozados así como abandonar el hábito tabáquico en caso de existir.

Por último, y para evitar el contagio, que suele producirse a través del aire o de objetos contaminados, es recomendable no permanecer demasiado tiempo en ambientes cargados y procurar ventilarlos, lavarse frecuentemente y de forma meticulosa las manos con agua y jabón además de protegerse frente al frío. El padecimiento de enfermedades que debiliten el sistema inmunológico, la diabetes mellitus, el asma, la bronquitis crónica, la hipertensión, insuficiencia cardíaca o renal crónica, hepatopatía crónica o el EPOC constituyen factores de riesgo que pueden agravar de forma importante la enfermedad, además de la malnutrición o la demencia.

El alcoholismo y el tabaquismo también complican el cuadro así como haber sido hospitalizado por neumonía en los doce meses anteriores. Los mayores de 65 años y los niños menores de cinco son además más proclives a padecer esta enfermedad. Se produce con cierta frecuencia durante el invierno y que no reviste excesiva gravedad si no va acompañada de factores de riesgo y se trata adecuadamente. No obstante no debe tomarse en absoluto a la ligera, por lo que es importante acudir a consulta ante la aparición de síntomas ya que de hecho, y aunque se va reduciendo su incidencia, es aún la sexta causa de muerte en países desarrollados.

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