La ASI: causa importante del dolor lumbar

6 Novembro, 2017

Con un tamaño de 17,5 centímetros, la articulación sacroilíaca (ASI) es la más larga del organismo y conecta la columna vertebral, a través del sacro, con la pelvis, donde se sitúan los dos grandes huesos ilíacos, por lo que cuenta con escaso movimiento. Su función es la estabilidad del cuerpo dada su estratégica situación, lo que la lleva a soportar intensas cargas que la convierten en ocasiones en una importante fuente de dolor lumbar, indica el Dr. Francisco Sierra, especialista en la Unidad del Dolor HPS.

Se estima que la articulación sacroilíaca, también conocida como ASI, es responsable de entre un 16 y un 30% del dolor crónico lumbar. La prevalencia aumenta en los pacientes ancianos o en aquellos pacientes a los que se ha realizado una artrodesis, hasta el 32-43%. No obstante, la dificultad en el diagnóstico provoca que en ocasiones no se detecte el problema y empeore paulatinamente. Por ello la Asociación Internacional de Estudio del Dolor ha formulado como criterios diagnósticos el dolor en la zona con posible irradiación hacia glúteos y región posterior del muslo; desencadenamiento del dolor tras realizar técnicas de provocación sobre la articulación y desaparición del dolor tras la inyección intraarticular de anestésicos locales, también conocido como bloqueo.

El síntoma principal es un dolor opresivo y que provoca una sensación quemante, que suele presentarse únicamente por uno de los lados del cuerpo con irradiación hacia la nalga y cara posterior del muslo sin alcanzar la rodilla. Es frecuente que se desencadene tras actividades posturales sencillas como levantarse de una silla, agacharse, salir del coche o subir escaleras y se alivia al sentarse o acostarse. Algunas personas afectadas sienten que procede de las lumbares mientras otras lo sienten más en la zona glútea y en otros casos en los muslos.

En primer lugar deben probarse tratamientos conservadores basados en medicamentos como antiinflamatorios y analgésicos; rehabilitación y fisioterapia. Si no desaparece el dolor y fuera necesario, se opta por la terapia intervencionista poco invasiva, en la que se cuenta con tratamientos como la aplicación de inyecciones intraarticulares con corticoides y radiofrecuencia de la articulación sacroilíaca, que suele resultar muy eficaz y se lleva a cabo de forma ambulatoria en quirófano.

Causas de la disfunción sacroilíaca.