El invierno y las articulaciones

23 janvier, 2017

El descenso de la temperatura puede influir a nivel óseo, muscular y articular con una posible agudización del dolor en pacientes con patología. La humedad asociada al frío puede aumentar el dolor, por lo que es aconsejable evitar mantener mucho tiempo calzado o ropa húmeda. Además, hay que abrigarse de forma moderada para evitar la sudoración excesiva y los cambios bruscos de temperatura que puedan condicionar procesos catarrales o bronquitis llevando asociado cuadros de dolor intercostal por la presencia de tos persistente, indica la especialista en Reumatología de HPS, Laura Cáceres.

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