El asma bronquial es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías aéreas que se caracteriza por una obstrucción bronquial variable y reversible, que cursa con un aumento de la sensibilidad de dicha frente a gran variedad de estímulos como son los ácaros, gramíneas, algunos fármacos, aire frío, risa, lloro o humo, entre otros. El coordinador del Servicio de Urgencias Pediátricas del HPS, Alfredo Suárez, indica que la mayoría de los pacientes tienen crisis que se controlan o bien de forma espontánea o con medicación.

El especialista del Hospital Perpetuo Socorro explica que aunque el asma puede aparecer a cualquier edad, es más frecuente en los primeros años. De hecho, hasta el 25% de los casos comienzan durante el primer año. Entre los signos y síntomas del asma siempre encontramos inflamación bronquial con aumento y espesamiento de las secreciones, y aumento de la reactividad que provoca obstrucción bronquial. Esta obstrucción es la responsable de los pitos o silbidos que oímos sobre todo durante las crisis.
Alfredo Suárez destaca que no todas las asmas son iguales y las variaciones entre asmáticos pueden ser muchas. Según consensos internacionales el asma bronquial se puede clasificar según su gravedad en asma leve, que puede ser intermitente o persistente en función de la duración de los síntomas, asma moderada o asma grave.

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